Los 'cuyabros' suman cuatro puntos, uno menos que los de Boyacá en el fondo de la tabla.
En un partido para el olvido ambos equipos se repartieron los puntos. Los dos conjuntos llegaron a 91 unidades en la tabla del descenso, a cuatro de Alianza Petrolera, equipo que permanece en último puesto.
Cada minuto del primer tiempo sirve de muestra irrefutable para evidenciar el mal momento de ambos equipos; oncenos sin alma, sin juego y escaso sacrificio.
En el minuto 7 un error infantil de Fabio Castillo, como de costumbre, propició una jugada de pena máxima cuando el balón impactó en la mano del central Éder Castañeda.
Sesenta segundos después la equivocación llegó de parte de la visita cuando Jhonatan Estrada cobró al medio, con muy poca fuerza, y permitió el lucimiento del arquero Julián Viáfara.
Tras el penalti desperdiciado la visita aceleró sus pasos y contó con dos oportunidades, en el minuto 12, para recuperar el botín extraviado, pero nuevamente Viáfara impidió la celebración de los boyacenses.
Tuvieron que pasar 26 minutos para que llegara una nueva emoción. Julián Barahona venció al arquero quindiano, pero el juez Wílmar Roldán anuló la acción por fuera de lugar.
El segundo capítulo evidenció aún más la pobreza del onceno ‘cuyabro’ y las malas noticias no cesaron. El reloj llegaba apenas al primer minuto cuando el experimentado Hernando ‘Cocho’ Patiño vio la tarjeta roja por golpear a José ‘Ringo’ Amaya.
Patriotas aprovechó el hombre de más y visitó en varias ocasiones a Julián Viáfara. En los minutos 15, 18 y 38 los boyacenses estuvieron a punto de concretar la anotación, pero Bazán, Palacios y Carpintero, respectivamente, no estuvieron finos.
La jugada más clara para los ‘cuyabros’ se dio en el minuto 29 cuando Gustavo Biscayzacú cabeceó un balón con ubicación, pero la respuesta de Vikonis no fue inferior a la calidad del remate.
Al final el empate le sirvió a Patriotas para no caer al fondo de la tabla de posiciones, lugar que le pertenece al Deportes Quindío. El elenco de Boyacá suma 5 unidades, una más que el equipo de Armenia.
Para los dirigidos por Eduardo Cruz la noche es aún más larga. La victoria nada que llega y solo cuentan los días, ya que las alegrías hace mucho que desaparecieron.
Por:eltiempo.com
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